Unchained happiness o profundo análisis sobre los orígenes de la felicidad más simple y el peso de las cadenas

Días oscurso en Villa-barrizal, así que mejor cerramos la cremallera y dejamos los post de literatura anecdótico-costumbrista para otro día o para nunca (hay cosas sobre las que es mejor no escribir en caliente y otras sobre las que es mejor no escribir). También dejamos para otro día el disfraz de blogger (por ahí he leído que por aquí hay muy pocos, no sabía yo que en bloggilandia había bloggeros integristas con una definición exacta de lo que es un blogger y lo que no); dejamos pues para otro día nuestros sesudos análisis de la actualidad XXX -ponga aquí cada uno la temática que más le interese.

Y nos lanzamos de cabeza al género "chachi-blog". No lo digo con sorna, ni sarcasmo ni mala leche. De hecho, a mí me "mola" lo "chachi"...

Me han invitado a participar en algo llamado MEME DE LA FELICIDAD (¿MEME? MEMEZ dirán los bloggeros integristas -NO YO ¡eh!- en un intento de defender la calidad, la integridad y la castidad de los blogs en bloggilandia). Tengo que confesar que, ante tales invitaciones, acostumbro a estar del lado de los disidentes, los escapistas, los desertores... "Oseasé", que no sigo ni una de las cadenas que recibo ("e-mailmente" hablando).

Ya lo he contado alguna vez: me gusta el lado salvaje de la vida. Ante las posibles dudas, os pondré un claro ejemplo:

¿Recuerdan la típica extorsión de menores para que nos portemos bien en la que
se nos dice que Sus Majestades los Reyes Magos lo ven y lo oyen todo? Pues con
cinco años quise ponerlo a prueba, me parecía poco creíble... así que durante
todo un año cumplí rigurosamente con mi ritual: soltar al menos cinco palabrotas
cada mañana antes de salir hacia el cole. Eso sí, en voz baja, porque los que
tenían que enterarse eran los RR MM, no mi madre. El siguiente 6 de enero recibí
todos mis regalos como si fuera la niña más buena del mundo (que conste que,
salvo en lo de mi experimento, lo era) y llegué a la conclusión de que los RR MM
eran unos pringaos. No pensé en este adjetivo exactamente, con 5 años no sabes
lo que es un pringao, pero ahora mismo creo que es lo que mejor define la
percepción que tuve desde ese día de Sus Majestades.

Demostrado ya que a mi no hay cadena que me vacile, ni peligro que me someta, tengo que confesar que voy a saltarme las normas (que para eso están ¿no? y, además, son mías!!) y voy a participar en la MEMEZ, ai, digo, en el MEME ese... Cuyas reglas son: (1) enumerar seis cosas sin importancia que nos hagan felices y (2) elegir a seis personas que continúen con el desafío.

Y es que en estos días de oscuridad en Villa-barrizal, apetece pensar en cosas buenas. Es que tengo que confesar otra cosa: me sale mejor decir lo que no me gusta. ¿Me preguntas que música escucho? Te diré la que no me gusta ¿Me preguntas cuál es mi color? No podré escoger sólo uno, pero te diré que odio el azul. No lo hago expresamente, me sale natural!!

Aún así, vamos a intentarlo...

Cosas sin importancia que me hacen feliz:
(y que conste que el orden de los factores no altera el producto)

-Lola y Roko poniendo cara de que les interesa lo que les cuento. ............................................ Este es Roko -->

-Un batido de chocolate bien fresquito de La Sirvent (Sant Antoni. Barcelona) o, en su lugar, un vaso de nesquick.

-Una peli a media tarde.

-Una idea ingeniosa y/o divertida para escribir.

-Tener fiesta-libre entre semana y/o cuando el resto de los mortales trabajan.

-Acabar las frases del Nene (y acertar, claro).

-Que se acuerden de mi para un MEME (no vale eso del correo electrónico de "enviar a todos mis-tus contactos).

Voy a saltarme las reglas y no voy a enlazar a nadie:

1º-porque soy una rancia.

2º-basicamente era eso, que soy una rancia. O sea que aquí acaba la enumeración.

-Ah! se me olvidava, también me hace feliz esto (soy la que hace la foto):

- y esto (tampoco estoy en la foto):

y ya son más de seis...

salud!!